Se suele defender la importancia de la música en la etapa infantil pero pocas veces nos paramos a pensar que la música adquiere relevancia ya desde la etapa prenatal.
Desde el vientre de la madre el niño reconoce canciones, las diferentes modulaciones de la voz que escucha les hace reaccionar de distinta manera.
Este reconocimiento también tiene lugar en la etapa postnatal. Por ejemplo en el caso en el que una embarazada toca dos partituras las cuales toca su hijo años después. Sin saber de éstas ni tener la partitura por delante, el niño es capaz de continuarla.
Este caso podría ser fundamentado por el Método Suzuki. Shinichi Suzuki establece que los niños pueden aprender a tocar un instrumento musical de la misma manera en que aprenden a hablar su lengua materna: escuchando, imitando y repitiendo. Él defendía la idea de que los niños desde el momento de gestación están en continua estimulación por sonidos diversos. Enfatiza en la importancia de aprovechar el potencial innato de los niños para conseguir el “talento”. El niño talentoso en la música no lo es porque sea innato pues lo innato no es el talento sino el potencial.
La estimulación musical desde el vientre materno se refleja positivamente después del nacimiento. Los niños estimulados en la etapa prenatal, según diversos estudios, suelen reconocer dicha estimulación. En momentos de angustias, miedos, inseguridad, etc., ante la presencia de esa estimulación que presencio desde el vientre, ya sean canciones, conversación de los padres, instrumento musical, etc., se relaja, cesa el llanto y manifiesta seguridad y calma.
En ocasiones, la estimulación recibida desde el vientre materno marcara su vida. Personas que reciben estimulación de las que no se diferencian en que las primeras suelen manifestar mayor capacidad de retención de información, mayor creatividad, mayor agudeza auditiva, mayor inteligencia cognitiva y emocional.
Durante los primeros meses de vida, los niños muestran diferentes emociones ante la discriminación de algunos sonidos. A partir de ahora y hasta los tres años, los niños irán adquiriendo la capacidad de reproducir aquellos sonidos que escucha e irán mostrando mayor interés por las canciones e instrumentos o juguetes musicales.
El papel de los padres con respecto a la estimulación musical debe estar en total acuerdo y coordinación con la práctica docente. La actitud de los padres es clave y fundamental para que se lleve a cabo un completo y óptimo desarrollo de las aptitudes musicales.
Publicado por Irene.
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